El consorcio Blueridge Transportation Group, liderado por ACS Infrastructure Development, Inc., filial norteamericana de Iridium Concesiones de Infraestructuras, ha alcanzado el cierre de un préstamo TIFIA del Gobierno Federal de los Estados Unidos por 357 millones de dólarse y colocado sus bonos exentos de impuesto conocidos como “private activity bonds” por 272,6 millones de dólares como parte de sus obligaciones para el contrato de concesión de 52 años con el Departamento de Transportes de Texas para el diseño, construcción, financiación, operación y mantenimiento de la autopista de peaje de SH-288 en el Estado de Texas. Este proyecto representa la primera concesión de peajes del Distrito de Houston.
La SH-288 es una autopista de 97 kilometros (60 millas) totales, y una de los ejes principales de la ciudad de Houston. El proyecto consiste en la financiación, diseño y construcción de 16,5 kilometros (10,3 millas) de vías de peaje (2 carriles en cada sentido) en la mediana de la autopista SH-288 desde la U.S. Route 59 hasta Clear Creek en Harris County, una conexión directa para dar acceso al Texas Medical Center, 8 conexiones directas a la Beltway 8 y la reconstrucción de todas las conexiones directas con la autopista IH 610, con acceso directo a las vías de peaje. El proyecto también incluye la operación y mantenimiento de la sección de autopista, que incluye otros 4 carriles por sentido.
El consorcio Blueridge Transportation Group cuenta con las concesionarias ACS Infrastructure Development, Inc., Shikun & Binui Concessions USA, Inc., InfraRed Capital Partners Limited, Northleaf Capital Partners Limited, Clal Insurance Company Limited y Star America. Los miembros de este equipo de promotores de contratos público-privado tienen unos antecedentes sin comparación en el desarrollo de grandes proyectos complejos en Norte América y en el mundo. El diseño y la construcción serán ejecutadas por una UTE liderada por Dragados USA (junto con su subsidiaria, Pulice), del Grupo ACS y que incluye la empresa Shikun & Binui. Se espera que la UTE emplee más de 1.000 profesionales en América del Norte. Las contratistas locales James Construction Group y MICA Corporation han sido integradas en el equipo como subcontratistas para ejecutar elementos claves de las obras de construcción. El diseñador principal, Stantec Consulting Services, Inc. que adquirió en diciembre del 2015 el negocio de infraestructuras de Kellogg Brown & Root Services, Inc., con sede en la ciudad de Houston, aporta una importante experiencia local con el Departmento de Transportes de Texas. La solución presentada por Blueridge Transportation Group incluye a un diseño innovador con “conceptos técnicos alternativos” aprobados por el Departamento de Transporte de Texas, que permitieron una mejora en coste y tráfico, y la reconstrucción de una parte importante del intercambiador con la autopista IH 610.
Con una inversión total de aproximadamente 1.064 millones de dólares americanos (930 millones de euros), el proyecto incluye un plazo total de concesión de 52 años, con un plazo de construcción de aproximadamente 3,25 años. La concesionaria, liderada por ACS, a través de su filial estadounidense, se encargará de las actividades de operación y mantenimiento.
La financiación privada a largo plazo incluye a una emisión de bonos exentos de impuestos conocidos como “private activity bonds” en un importe de 272 millones de dólares americanos, que fue suscripta por Citigroup Global Markets Inc. Y Barclays Capital Inc. así como un préstamo TIFIA del Gobierno Federal de los Estados Unidos de un importe de 357 millones de dólares americanos. El resto de capital privado se inyectará al final del periodo de construcción, y estará garantizado a través de unas cartas de crédito aportadas por cada uno de los socios de la concesionaria, Blueridge Transportation Group. Además del capital privado, el Estado de Texas contribuirá unos 17 millones de dólares (15 millones de euros) durante la construcción, que serán pagados al Blueridge Transportation Group según vaya completando cierto progreso vinculado a la construcción de rampas que unirán las vías de peaje a la carretera de acceso al “Texas Medical Center”, uno de los complejos medicales más grandes del mundo.
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